“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16
Disfrutemos de Su amor
¡Cuántas veces he intentado agradar a Dios con todas mis fuerzas y me he visto en la triste realidad de que no puedo hacerlo! Fallar una y otra vez trae la tentación de abandonar y alejarnos de todo lo bueno que Dios es y tiene para nosotros.
A esto se le suma la imagen distorsionada que solemos tener de Dios. Por mucho tiempo Dios me parecía una persona enojada con un látigo en la mano, listo para usarlo ante mis errores. Inconscientemente le hemos atribuido a Dios la imagen de un padre exigente, o un jefe malo, un líder inaccesible y distante, etc.
Errores, fallas, faltas, etc. La Biblia le llama pecado y el pecado nos separa de Dios. Parece que no hay solución para las ideas que se nos han formado desde que somos pequeños. PERO… que lindo es leer en La Biblia los PERO de Dios. Encontramos en el texto más conocido: Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en ÉL cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Su sacrificio permitió el perdón de mis pecados y con ello, la hermosa posibilidad de tener comunión con Dios. Puedo acercarme y descubrir la verdadera persona de nuestro Dios. El sacrificio de Jesús está vigente y perdona TODO TIPO DE PECADO, lo que no puede limpiar, son las EXCUSAS, JUSTIFICACIONES, O LO QUE OCULTAMOS; pero si entendemos que su AMOR fue tan grande que entregó a su HIJO por nosotros, borraremos esa imagen errada de un Dios enojado y distante, por la de un Dios paciente y cercano que nos persigue con su amor a pesar de nuestros continuos rechazos.
Su amor no depende de nosotros, Él es amor y su amor no varía.
Por eso, acerquémonos al Señor con confianza, no en nuestros méritos que no existen, si no confiando en sus muchas misericordias. Disfrutemos de este día y hablemos con Él desde nuestro corazón. Su Luz no avergüenza, su Luz no condena. Si se lo permitimos Él nos limpia y nos transforma.
Pastor Fernando Barria.