“Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?“
Ester 4:13-14
Las oportunidades
Ester llegó a ser reina por la voluntad de Dios. Mardoqueo entendía esto, y le aclara a Ester que llegó a ser reina con un propósito, una oportunidad que Dios la estaba dando. Cuántas oportunidades nos da el Señor y muchas veces no las tomamos en cuenta. Aprovechemos todas las oportunidades. Tenemos oportunidades para bendecir a la iglesia, a veces pensamos que no podemos hacer nada en la iglesia por no tener un cargo o una posición eclesiástica. Como hijos de Dios podemos bendecir a la iglesia, la pregunta es: ¿de qué manera? En primer lugar orando, por los misioneros, pastores, líderes y todos los hermanos necesitados. En segundo lugar colaborando en los diversos ministerios, trabajando de diferentes maneras.
Tenemos oportunidad para ser de bendición en los lugares donde nos encontramos, con nuestra familia. ¡Qué importante es orar por la familia, por cada integrante! En muchas oportunidades, porque tenemos muy cerca a la familia, no la bendecimos. Orar por los vecinos, por los compañeros de trabajo, de estudio.
Leí un testimonio de unos mellizos (niño y niña), que tenían días de haber nacido. La niña presentaba una afección cardíaca muy seria. A los pocos días de nacida, su salud se había deteriorado tanto que podía llegar a perder la vida. Una de las enfermeras pidió un permiso especial para colocar a los dos bebés juntos en una misma incubadora. El doctor accedió, tal como habían estado en el vientre de la madre.
De alguna manera, el niño sano consiguió poner su brazo encima de su hermanita enferma. Al poco tiempo y sin razón aparente, el corazón de la niña comenzó a estabilizarse y sanarse. Hoy los dos bebés son niños completamente sanos. Se llamó “el abrazo restaurador”. Si un bebé tuvo la oportunidad de bendecir a su hermana, cuánto más nosotros que tenemos infinidades de oportunidades para bendecir a otros. Cuántas oportunidades el Señor nos pone en nuestro camino y no las aprovechamos.
Dios está buscando cristianos que estén dispuestos a “jugarse todo” por el Señor. Quizás estás sintiendo que Dios te pide que hagas algo pero tienes miedo. No quieres dejar la comodidad de la rutina diaria. Recuerda: esta es tu hora. Lo que el Señor pide de ti no lo pide de nadie más. Dios te está dando oportunidades para bendecir. Que el Señor te bendiga grandemente, un fuerte abrazo.
Pastor Ángel Ortiz.